Las Mujeres Indígenas proponen caminos de transformación en el Foro Permanente de la ONU 2025

Del 21 de abril al 2 de mayo de 2025, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, se celebró el 24º período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas (UNPFII24). Bajo el lema “Implementar la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas: buenas prácticas y desafíos”. Este año, marcó un hito al abrir  un Diálogo interregional, intergeneracional y mundial dedicado a los derechos de las Mujeres Indígenas.

Esta iniciativa reconoció que construir un futuro sostenible requiere integrar plenamente las voces, propuestas y liderazgos de las Mujeres Indígenas en todos los niveles de toma de decisiones, partiendo de sus conocimientos ancestrales y su resiliencia actual.

Reconociendo trayectorias, abriendo nuevos caminos

El diálogo reunió a lideresas de distintas generaciones y territorios, entre ellas Lena Yanina Estrada, Ministra de Ambiente de Colombia; Autumn Peltier, joven defensora del agua de la Nación Anishnabek; Tarcila Rivera Zea, fundadora de CHIRAPAQ y referente del movimiento indígena internacional; Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres; y Teresa Zapeta, Directora Ejecutiva del Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI).

Sus intervenciones mostraron un consenso: las Mujeres Indígenas no solo preservan culturas y territorios, sino que lideran soluciones para los desafíos globales actuales.

“Somos dueñas de los territorios, no guardianas. Defensoras de la vida, constructoras de paz”, expresó la ministra Estrada, invitando a reconocer el papel central que las Mujeres Indígenas juegan en la defensa ambiental y comunitaria.

Este reconocimiento no parte de la asistencia, sino de una visión colaborativa donde las Mujeres Indígenas son socias estratégicas para co-crear políticas públicas, estrategias de desarrollo y mecanismos de acción climática.

Una historia de resistencia y propuesta

La participación de Tarcila Rivera Zea aportó profundidad histórica al diálogo. Desde su experiencia de décadas en la defensa de los derechos individuales y colectivos de las Mujeres Indígenas, recordó que el camino recorrido no ha sido solo de resistencia, sino también de propuestas activas y articuladas.

“Las Mujeres Indígenas no partimos de cero. Hemos construido desde nuestras raíces, aportando estrategias para una vida digna y sostenible.”

Rivera Zea subrayó que fortalecer el liderazgo intergeneracional es clave para garantizar que las nuevas generaciones sigan ampliando los espacios de toma de decisiones, llevando las luchas locales hacia escenarios de transformación global.

Así, la historia de las Mujeres Indígenas se proyecta como un legado vivo que sigue tejiendo futuros posibles.

Hacia una participación plena y efectiva

Complementando esta visión, Teresa Zapeta remarcó la necesidad de avanzar hacia marcos de participación real y respetuosa:

“No somos un tema. Somos sujetas de derechos.”

Zapeta subrayó que integrar plenamente a las Mujeres Indígenas implica no solo escuchar sus voces, sino garantizar su participación activa en la construcción de soluciones, así como asegurar acceso directo a recursos, respeto a sus sistemas de conocimiento y fortalecimiento de su autonomía organizativa.

Su intervención reafirmó que las alianzas auténticas se basan en el reconocimiento mutuo y la colaboración horizontal, no en enfoques asistencialistas ni simbólicos.

Cinco caminos para construir juntos

El diálogo propuso avanzar colectivamente en torno a cinco áreas clave:

  1. Reconocer y ampliar los avances: Liderazgos indígenas en espacios políticos, protección de conocimientos tradicionales, progresos en derechos colectivos.
  2. Superar desafíos persistentes: Combatir la discriminación estructural, las violencias, las barreras de acceso a educación y justicia, y los impactos del cambio climático.
  3. Impulsar acciones concretas de los Estados: Fortalecer marcos jurídicos, garantizar participación efectiva y diseñar políticas públicas culturalmente pertinentes.
  4. Fomentar la colaboración con las agencias de la ONU: Financiar iniciativas indígenas, facilitar la participación en foros globales y apoyar la justicia y la soberanía territorial.
  5. Proyectar el movimiento indígena: Fortalecer liderazgos jóvenes, construir alianzas globales y mantener viva la transmisión de saberes ancestrales.

Hacia una corresponsabilidad global

La construcción de este futuro compartido no recae únicamente en las comunidades indígenas, sino que implica una corresponsabilidad entre los Estados, las Naciones Unidas, los movimientos sociales y las sociedades en su conjunto.

“No queremos estar solo para la foto. Queremos ser parte activa de las soluciones y de la construcción del futuro”, expresaron las lideresas participantes.

El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas reafirmó que trabajar con las Mujeres Indígenas no es solo una cuestión de derechos humanos: es una oportunidad estratégica para construir respuestas más integrales y sostenibles ante los desafíos globales.

Conclusión: caminar juntas hacia un futuro sostenible

El 24º período de sesiones del Foro Permanente dejó un mensaje claro: el futuro de los derechos humanos, de la sostenibilidad ambiental y de la justicia social está entrelazado con el reconocimiento pleno de las Mujeres Indígenas como socias fundamentales.

“Nuestra historia no muere. Nuestra palabra no termina. Perdurará como el viento.”
— Anastasiya Candre, poeta indígena del Amazonas colombiano.

Hoy más que nunca, la colaboración genuina con las Mujeres Indígenas abre el camino para construir sociedades justas, diversas y resilientes, en profunda armonía con la Madre Tierra y en respeto pleno a la diversidad de los pueblos.

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