Hoy, la Asamblea General de las Naciones Unidas da un paso histórico: adoptan oficialmente el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha dedicada a reconocer y honrar la fuerza, sabiduría y liderazgo de millones de Mujeres Indígenas de las siete regiones socioculturales del mundo. 

Saludamos esta adopción y nos unimos para rendir homenaje a nuestras ancestras, quienes, con su resistencia, visión y lucha colectiva, abrieron los caminos que hoy seguimos transitando. Sus aportes —en la defensa de los territorios, el resguardo de las lenguas y culturas, la transmisión de conocimientos ancestrales y la organización comunitaria— continúan siendo faro y guía para las generaciones presentes y futuras.

Las Mujeres Indígenas hemos  contribuido de manera invaluable a la humanidad:

Con  saberes ancestrales, que sostienen prácticas de salud, agricultura y armonía con la naturaleza.

Con nuestra  defensa y protección activa de los territorios y recursos naturales, esenciales para la vida del planeta.

Con nuestro  trabajo cotidiano y organizativo, que fortalece comunidades, economías locales y expresiones culturales.

Con la lucha colectiva heredada de nuestras ancestras, que sigue impulsando procesos de justicia, autonomía y dignidad.

Este día, debe ser una reafirmación de la responsabilidad de los Estados con la eliminación del racismo, la discriminación, las violencias y las desigualdades que continúan afectando la vida de las Mujeres Indígenas.

El pleno ejercicio de los derechos humanos individuales y colectivos de los Pueblos Indígenas —y en especial de las mujeres— es un compromiso de todas y todos.

Todo sobre nosotras con  nosotras.

Foro Internacional de Mujeres Indígenas